La psicomotricidad relacional, uno de los abordajes de la ciencia psicomotriz, es una práctica terapéutica que permite reparar o resignificar la historia afectiva de las personas a través del placer del juego libre y espontáneo y la expresividad corporal, lo que favorece el descubrimiento de distintas formas de comunicación, no solamente la verbal.
Fue creada en la década de los años 70 por André y Anne Lapierre y se fundamenta en el entendimiento de la persona de forma global, como una unidad.